Certificado Energético en Burgos

Este post va dirigido a todas aquellas personas que son propietarias de alguna vivienda para alquilar o vender, y aún no saben muy bien de qué se trata ese «papelito» llamado Certificado Energético. Incluso puedo dirigir el artículo, a quién está en el caso contrario: está buscando un piso para vivir, y entre todos los datos, fotos y visitas en que se va a basar para su elección final, aparece algo nuevo que le indica si una vivienda es más o menos eficiente que sus rivales.

En mi caso particular, estoy ofreciendo este servicio en la zonas de la Bureba, las Merindades, riberas del Ebro y Oca, así como en la capital Burgalesa y en Miranda. Por cercanía, también puedo ser competitivo en las ciudades de Vitoria-Gasteiz y Logroño, así como la zona oeste de La Rioja. En esta misma web, tienen las pestañas de Contacto y Servicios, en caso de querer contactar conmigo para información, dudas o presupuestos.

También estoy a su disposición en las Redes Sociales, y les invito a interactuar por este medio cada vez más, puesto que sus posibilidades son, cada día, más interesantes para el público.

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A continuación os explico de la mejor manera posible en qué consiste un certificado energético y cómo podemos interpretarlo.

¿Quién está obligado a obtener el Certificado Energético?

Si vamos al grano, dentro del ámbito residencia o comercial, toda vivienda o local, que esté en venta (y se esté publicitando) o alquiler (para periodos de más de 4 meses) desde el pasado 1 de Junio de 2013, tiene la obligación de presentar su certificado a los posibles interesados en el mismo. Además, se deberá registrar en la Junta de Castilla y León este documento, a través del portal telemático CEREN, al que tenemos acceso los técnicos habilitados para ello.

Este mes de Septiempre se está empezando a comprobar la existencia o no del mismo en las operaciones inmobiliarias que se han producido este verano, y su incumplimiento puede llevar aparejado las siguientes sanciones:

  1. LEVE – 300 a 600 €: Publicitar los inmuebles sin su etiqueta energética, tanto en inmobiliarias físicas como en portales de internet.
  2. GRAVE – 601 a 1.000 €: Reincidencia de una falta leve; no registrar el certificado en la JCyL; exhibir una etiqueta energética inexistente o vender/alquilar una vivienda sin disponer del certificado energético real.
  3. MUY GRAVES – 1.001 a 6.000 €: Obtener un certificado falseando los datos (mostrar una A en lugar de una E), o publicitar una vivienda con una etiqueta energética que no se ajuste a un certificado en vigor. Ésto último se refiere a poner una «letra» en nuestros anuncios distinta a la de nuestro certificado o tenerlo caducado (dura 10 años).

¿En qué consiste el Certificado Energético de los Edificios?

Gran desconocido para la mayoría de la población española, un certificado energético o el cálculo de la calificación energética de una vivienda, local, edificio; consiste en la medición de varias cosas:

  • En primer lugar, introduciendo los datos arquitectónicos (distribución en planta y composición de muros) y la orientación geográfica de nuestra vivienda, vamos a averiguar cuánto calor pierde nuestra casa en invierno y cuanto gana en verano (esto último en Burgos no nos importa demasiado…). Esto lo expresamos con la llamada «Demanda energética en calefacción y refrigeración», y nos va a dar un valor medido en unidad de energía partido por superficie y año (kWh/m2.año).
  • También, debemos estimar cuánto combustible vamos a gastar para calentar nuestra vivienda en invierno, enfriarla en verano y, calentar el agua (ACS) de la ducha, para fregar los cacharros, etc. Calculamos estos tres valores por separado y, estos datos en litros, m3, kW…., los pasaremos a unidades de energía primaria* y así poder comparar cuán eficiente son nuestras instalaciones térmicas. Para que todas las casas se comparen en igualdad de condiciones, le diremos a nuestro programa informático que suponga que tenemos 22º en casa durante las 24 h del día, los 365 días del año. Con esto evitamos que alguien nos diga que un piso consume muy poquito gas en calefacción, pero por otro lado nos esté ocultando que apenas enciende porque va por casa con polar, bufanda y guantes.
  • Por último, y una vez sabemos lo bien o mal aislada que está nuestra casa y, lo eficiente o no que es nuestra calefacción, vamos a obtener el dato que nos da la «letra», nota o calificación energética: Las emisiones contaminantes globales de CO2 de nuestra vivienda, expresadas por unidad de tiempo y superficie (en kg de CO2/m2.año).

Los resultados del informe, vienen parcialmente separados para los tres valores que ya he comentado dos párrafos más arriba: calefacción, refrigeración y ACS.

¿Cómo se interpretan los datos obtenidos en el certificado energético?

Es sencillo, tenemos una letra que va desde la A de Ahorro hasta la G de Gasto. En este cuadro adjunto podemos ver unos porcentajes:

LetrasAG

  • Si nuestro piso posee una E (lo más común hasta la fecha), significa que sus emisiones contaminantes están entre un 30% y 60% por encima del edificio de referencia: aquel que cumple los estándares energéticos mínimos de la normativa vigente en este momento, el Reglamento de Instalaciones Térmicas de los Edificios y el Documento Básico de Ahorro de Energía del Código Técnico de la Edificación.
  • Si por contra poseemos una B (obligatorio en toda obra nueva cuyo proyecto sea visado a partir de Marzo del 2014), nuestra vivienda consumirá entre un 35% y un 60% menos que el edificio de referencia que acabamos de comentar.

Por último, el informe del certificado también muestra lo que es la parte más importante del mismo, en mi humilde opinión: las mejoras.

Una vez estudiado el piso o vivienda, el técnico va a mostrar al propietario una serie de medidas de mejora en eficiencia energética para su vivienda, valoradas económicamente de manera aproximada, donde también se indican los años de amortización de las inversiones y la nueva calificación que se obtendría si se aplican las medidas. Puede haber varios paquetes de medidas, para mejorar 1, 2, 3 o tantas letras como sea posible.

Espero que estas más de 1000 palabras os hayan servido para algo más que perder unos minutos, os doy las gracias por llegar hasta aquí y, nuevamente, me reitero en solicitaros vuestras dudas y comentarios a través del siguiente formulario:

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*Como en cada vivienda podemos utilizar varios combustibles: gas natural, GLP (propano o Repsol gas canalizado), gasóleo C, acumuladores eléctricos, biomasa o pellets…, para compararlos entre ellos, expresaremos su gasto en forma de «Energía primaria». La energía primaria es la que obtenemos directamente de la naturaleza (sol, viento, agua) o de sus yacimientos (gas, petróleo, carbón); y la vamos transformando hasta que llega a nuestras casas en forma de combustible energético. Desde el yacimiento hasta la llave de paso, la energía sufre unas pérdidas que son diferentes en función del tipo de combustible utilizado. Cada uno de ellos tiene un factor de conversión a unidades de energía, en función de su capacidad calórica cuando lo estamos quemando. Por eso debemos pasar nuestros litros de gasóleo a kwh de energía primaria.


 

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