12/12/12
Una instalación fotovoltaica enfocada al autoconsumo, nos sirve para producir nuestra propia energía eléctrica y así abastecer la demanda de los aparatos eléctricos que tenemos en nuestros hogares. Básicamente, en vez de pagarle la electricidad a la compañía de turno, podemos realizar una inversión inicial para no estar pendientes de las fluctuaciones de la factura de la luz, del déficit de tarifa o del aumento del IVA.
Pero, ¿puede ser interesante instalar paneles fotovoltaicos en nuestros tejados?
Pues parece ser que sí, ya que un informe realizado por CETENMA y FDS en la Región de Murcia deja ver que elautoconsumo comienza a ser rentable.
Si se instalasen paneles fotovoltaicos en las cubiertas de los hogares de la región levantina, se podrían producir unos 1.500 millones de kilovatios al año a un precio de 0,17 €/kWh después de impuestos, siendo el coste actual para la TUR (Tarifa de Último Recurso) de 0,175 €/kWh de media para el suministro en el sistema.
Instalando un sistema fotovoltaico en nuestro tejado o jardín, podemos obtener los kilovatios necesarios para ver la TV, mantener el frigorífico, pasar el aspirador, etc. En las horas de más luz, generando electricidad y entregándola a la red, para, posteriormente durante la noche, hacer uso de la misma sin necesidad de contar con unas baterías en nuestro hogar. Pero esto no es tan sencillo, puesto que en nuestro país, aún estamos pendientes de la aprobación de un Real Decreto que regule lo que se denomina como balance neto: fijar un periodo de medición (por ejemplo un año), en el que podamos poner en una balanza la electricidad que hemos consumido y la que hemos generado y, una vez hecha la cuenta, pagar o recibir el dinero que corresponda por la operación.
La viabilidad de las instalaciones fotovoltaicas domésticas está aumentando a muy buen ritmo, gracias al abaratamiento de las células de silicio, de nada menos que un 80% en estos últimos 5 años. Un punto nada desdeñable en estos momentos en el que cada euro cuenta para todo.
Sin lugar a dudas, una instalación fotovoltaica para autoconsumo puede ser rentable en nuestro país a partir de ya, siempre que se cumplan una serie de puntos básicos:
- Existencia de unaregulación normativa: como ya hemos comentado anteriormente, la necesidad de una normativa adecuada a las Directivas Europeas actuales, permitiría facilitar el proceso enormemente a cualquier persona de a pie. Si también se fomentase su uso inicial por medio de unas subvenciones lógicas a los tiempos que corren, el despegue de esta tecnología sería más que previsible.
- Situación geográfica: de ella depende la cantidad de radiación solar que van a recibir nuestros paneles fotovoltaicos y, por ende, su rentabilidad a mayor o menor plazo. Cuanto más al sur nos encontremos, mayor será el número de kilovatios eléctricos producidos por nuestra instalación. Así pues, no se tardará lo mismo en amortizar una instalación fotovoltaica en la Región de Murcia que en la provincia de Burgos, ya que las horas de sol difieren mucho de una ciudad a otra.
- Consumo eléctrico intenso: una instalación fotovoltaica puede estar produciendo energía eléctrica continuamente, sin más limitación que la ofrecida por los propios equipos de regulación y control de la misma. Por tanto, cuanto mayor sea éste, menor será el plazo de amortización de nuestra instalación, ya que el precio del kilovatio generado por el sol es cero y sólo tendríamos que contar con el coste del mantenimiento anual.
De ello sacamos una conclusión: los consumidores potenciales de la energía fotovoltaica por autoconsumo a corto plazo, van a ser clientes que generen unas facturas eléctricas muy grandes o, en su defecto, empresas y edificaciones que estén haciendo uso de la red eléctrica durante muchas horas al día. Alguien que tenga una vivienda vacacional, difícilmente amortizaría una instalación de estas características en no menos de 60-80 años.
Hasta hace apenas un año, casi cualquier persona podía colocar en su tejado (o en un terreno) una instalación fotovoltaica conectada a la red, con el objeto de vender la energía eléctrica producida por la misma, beneficiándose del pago de primas a la generación por energías renovables.
Actualmente, y pasando por una serie de trámites administrativos, se puede vender la energía en el mercado, pero el precio que recibimos por kilovatio producido ha dejado de ser tan atractivo. Las primas se han esfumado fruto de la mala gestión de los recursos y de los recortes que nos están asolando durante estos últimos meses. ¿Habremos producido energía eléctrica por encima de nuestras posibilidades?
Bromas aparte, todas las partes interesadas del sector están esperando como agua de mayo el anhelado Real Decreto que nos permita, a quienes tenemos una conciencia medioambiental activada y a los que podrían ahorrarse unos buenos euros en el futuro, adaptar las instalaciones eléctricas de las viviendas hacia el autoconsumo por balance neto. Es una buena forma de contribuir a la reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera y de rebajar la gran dependencia energética exterior de que adolece nuestro país.
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.