Una vuelta de tuerca más a nuestra “amigable” factura eléctrica está aquí, ¿pero hasta cuándo?
Si recordáis, hace apenas 3 meses, parece ser que alguien se percató, por fin, de que las subastas eléctricas estaban siendo de todo menos claras, sobre todo cuando se aproximaba el día en que su valor servía para marcar la Tarifa de Último Recurso (TUR).
Para quien no lo supiera ya, el precio de la luz en el mercado (no el que hemos estado pagando los consumidores domésticos), se subasta diariamente entre diversos agentes: compañías generadoras, bancos, fondos de inversión,… (la crême de la crême), lo que provoca que unos días los precios suban más o otros menos. Pero, una vez cada 3 meses, además, se producía la subasta CESUR: aquella que sirve como referencia para marcar la TUR a los ciudadanos (potencias < 10 kW); lógicamente, los particulares no iban a comprar la energía al mercado, sino que se acogían a este precio “regulado” por comodidad y seguridad.
Si nos vamos a este artículo que he encontrado en “fedeablogs”, podremos observar el siguiente gráfico:
Tenemos el color AZUL (lo que pagamos el común de los mortales) y el color ROJO (lo que pagan los grandes consumidores). La luz es la misma, pero a simple vista, parece que las personas estábamos pagando más dinero por lo mismo, aproximadamente un 11%, según se menciona en el propio artículo. Me gustaría saber la respuesta a esta hipótesis, pero mis humildes conocimientos en el tema no me lo permiten.
El resultado de la subasta CESUR, estaba sirviendo para marcarnos el precio de la electricidad trimestre a trimestre; de ahí sus continuos altibajos (más alti que bajos) durante estos últimos meses. Se tomaba como referencia un día concreto, pero se podía ver cómo en otras fechas los precios bajaban considerablemente, pero su destino no eran los ciudadanos, sino los grandes consumidores. Y entonces, ¿qué va a pasar mañana?
El nuevo Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC) – TOMA YA!
Muy sencillo, desaparece la subasta CESUR y todos empezamos a pagar la luz al precio de la subasta en el mercado, el de las líneas rojas del gráfico superior. Y para que todos sepamos cómo se va a calcular la nueva tarifa, han publicado un Real Decreto (como no podía ser de otro modo).
Intentando explicarlo para que todo el mundo lo entienda: si cada hora hay una subasta eléctrica, en función de las necesidades de electricidad en todo el territorio español, en cada una de esas horas el precio del kilovatio eléctrico será diferente al anterior.
El nuevo PVPC va a contar con 3 conceptos:
- El precio de compra de la electricidad en el mercado: con ello pagamos a las centrales.
- Los peajes de acceso: donde pagamos que la luz llegue a nuestros hogares por medio de Red Eléctrica de España.
- Los costes de comercialización: la parte correspondiente a quien nos factura la electricidad.
El primero de ellos es el que va a subir y bajar cada hora; los peajes y la comercialización entiendo que serán constantes, durante periodos de tiempo regulados. A ello, deberemos añadir el término de potencia contratada, los correspondientes impuestos y el alquiler del contador, en su caso.
¿Por qué este cambio?
A raíz de lo comentado al comienzo del artículo, se pretende evitar suspicacias a la hora de fijar los precios regulados y permitir que la competencia sea lo más real posible. No es de recibo que haya centrales hidroeléctricas paradas en épocas de copiosas precipitaciones, porque “tocaba” fijar el precio en la CESUR; y con la nueva regulación, parece que se va a evitar todo eso. Lo que sucede es que, cuando el 80% del mercado lo dominan las grandes compañías, esto puede ser harto complicado.
Opciones de los consumidores.
Para generar la “entendible” factura de la luz a partir de ahora, vamos a tener las siguientes opciones a las que acogernos:
- Tarifa PVPC (nueva TUR): dependerá del tipo de contador que tengamos:
- Contador digital integrado en el sistema de telegestión: pagamos nuestro consumo real hora a hora, en función del PVPC de las subastas sucesivas.
- Contador analógico o contador digital sin integrar: pagamos nuestro consumo acumulado de lectura a lectura, a un precio medio de las distintas subastas de PVPC que hayan tenido lugar en el periodo de facturación.
- Oferta alternativa de las empresas comercializadoras: para quién prefiera asegurarse un precio constante de la electricidad que consume, se le ofrecerá un valor para todo el año: no va a pagar un día la luz a un precio y al mes siguiente a otro, en función de si hay más o menos contribución de energías renovables al mix energético.
- Opción de ir a comprar la electricidad al mercado libre.
No debemos olvidar que todo este entresijo de regulación y precios, sólo afecta a una parte de nuestra factura. Habrá a quién le suponga mayor porcentaje que a otros, por lo que puede haber clientes a quienes no les afecte en absoluto el poner la lavadora a una hora u otra, porque lo que viene pagando de término fijo e impuestos, es más representativo que lo que consume diariamente con los aparatos eléctricos.
La obtención del precio de la subasta eléctrica.
La metodología de casación del precio es sencilla, aunque en mi opinión, no todo lo justa que debería. Los productores de electricidad, ofertan sus paquetes de energía al precio que estiman oportuno; debemos saber algo concreto: las renovables (eólica, hidraúlica, fotovoltaica) y la nuclear, ofertan a CERO o muy por debajo del precio final. Esto es debido a que las primeras se obtienen de fuentes de energía gratuitas (sol, viento y agua), y en la nuclear es demasiado caro parar la central, por lo que no pueden permitirse el lujo de quedarse fuera de la tostada. Gracias a ellas, el precio de la subasta es más bajo que si sólo quemásemos combustibles fósiles como los derivados del Petróleo, Gas o Carbón.
Si observamos este gráfico, vemos lo siguiente:
- Línea roja: marca la energía ofertada ofertada, desde coste CERO hasta ir subiendo en función de lo que necesite el vendedor para su propia viabilidad.
- Línea gris: marca las ofertas de compra. El primer tramo son cliente que van a comprar sí o sí; pero llegados a un punto, la línea comienza su bajada gracias a quien no está dispuesto a pagar la luz a cualquier precio.
El punto donde se encuentran las dos gráficas, significa el equilibrio entre la demanda y la oferta: en toda la franja de línea roja que ha entrado en la casación, se recibirán 27 €/MWh en el caso concreto de la imagen expuesta.
El resultado final no lo sabemos.
¿Bajará la luz? Ójala, pero hasta que no pasen unos meses, no veremos el desenlace de todo este berenjenal montado en algo tan básico para la vida como la luz eléctrica.
Lo que está claro es que todas estas idas y venidas en el sector energético, de poco le sirven a los españolitos de a pié, a los que la crisis les ha afectado en mayor medida, y a quienes parece que pagan más impuestos que nadie porque sus nóminas ya vienen con el corte de tijera realizado.
Fuente de la imagen de portada: http://blog.tradesmen.ie/2011/09/electricity-price-comparison-ireland-october-2011/
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